Speaker 1: Majestuosa belleza natural. Y un clima extremadamente frío que cambia frecuentemente. La atención mundial se ha posado aquí, en Groenlandia, después de que Donald Trump se pronunciara nuevamente sobre la compra de esa nación ligada a Dinamarca. Incluso envió a su hijo para una sesión fotográfica con la gente local. Pero los objetivos de política exterior de la nueva administración son totalmente ajenos aquí en Nuuk. No somos un país que está en venta, así como Estados Unidos tampoco lo está. En ese sentido no me interesa que nos compren. No soy una casa que simplemente puedes comprar. Ni idea, no estoy seguro. La verdad no me importa. No me gusta esta idea de ser parte de… bueno, concretamente de Estados Unidos. Lo que sí me parece es cooperar con ellos. Las capas de hielo en Groenlandia se están derritiendo y la exploración de litio, uranio y otros materiales críticos está en aumento. Trump asegura que comprar Groenlandia sería estratégico para la seguridad nacional de Estados Unidos frente a una China agresiva y una Rusia entrometida, ambas explorando recursos en el Ártico. Actualmente la pesca representa el 90% de las exportaciones de Groenlandia. El mayor empleador actualmente es el gobierno. El 43% de la población trabaja para él. Además, como territorio autónomo del Reino de Dinamarca, Groenlandia recibe cerca de mil millones de euros al año del gobierno danés. La verdad es que cuando hablas con gente aquí en Groenlandia sobre la idea de Trump de comprar el país, la conversación toma otro rumbo, sobre todo hacia la idea de ser independientes de Dinamarca. Es una batalla desde hace décadas para muchos aquí. Se estima que alrededor de dos tercios de los groenlandeses votarían a favor de una independencia total de Dinamarca, como el diputado Kuno Fenke, que hace campaña para un referendo de independencia en 2030. Él ve con entusiasmo una eventual visita del

Speaker 2: presidente reelecto.

Speaker 1: Espero que nos visite y que hable directamente con nuestro gobierno, no con el de Dinamarca. Estamos cansados de tener un intermediario en todo. Queremos nuestra soberanía y el derecho de decidir nuestras políticas internacionales nosotros mismos. Dinamarca se ha negado a la idea de considerar que Estados Unidos se apodere de Groenlandia. Mientras tanto, otros cuestionan si el interés de Trump se mantendrá vigente una vez tenga que atender otros asuntos globales pendientes.