Speaker 1: Vamos ahora a Siria, donde hace más de un mes Bashar al-Assad fue derrocado por grupos rebeldes islamistas. Entre los muchos grupos que confían en tener más protagonismo en el nuevo gobierno está la minoría kurda. Durante la guerra civil, integraron las Fuerzas Democráticas Sirias o FDS, esto con el fin de crear una región semi-autónoma secular para la población kurda. Y es que un 10% de los sirios son de origen kurdo. La mayoría está en el norte del país, en la frontera con Turquía, que tiene su propia minoría kurda. La ciudad fronteriza de Kobane es hogar de 50.000 personas. Entre los kurdos crece el miedo de que Turquía pueda querer anexionarse Kobane.

Speaker 2: Preparativos para salir de patrulla. Jihan Bousan y sus compañeras son voluntarias de las Fuerzas Democráticas Sirias, una milicia kurda. Y van armadas. Están orgullosas de su ciudad, Kobane, símbolo de la resistencia kurda y de su victoria sobre el grupo terrorista Estado Islámico. Pero están preocupadas, temen que Turquía aproveche el vacío de poder en Siria para anexionarse Kobane. Turquía y sus milicias aliadas amenazan cada día a la población de Kobane y alrededores. Siguen atacándonos. Kobane, situada en la frontera turca, ha sido escenario de intensos combates en las últimas semanas. Los funerales de combatientes kurdos caídos ante milicias pro-turcas son habituales. Mientras las milicias leales al presidente Recep Tayyip Erdogan cruzan la frontera para atacar a los kurdos en Siria, las tensiones con la minoría kurda de Turquía parecen retroceder. Abdullah Ocalan, fundador del Partido del Trabajo del Kurdistán, el PKK, lleva 25 años en una prisión turca. El mes pasado representantes kurdos pudieron visitarlo. Todo apunta a que Ocalan considera la posibilidad de pedir a los combatientes del PKK que depongan las armas para facilitar la paz en la región. Probablemente influiría también en los kurdos de Siria. La visita de los ministros de Exteriores de Alemania y Francia a principios de mes a Damasco puso de relieve la creciente presión internacional sobre los nuevos gobernantes sirios. El mensaje de la ministra alemana se oyó alto y claro en las calles de Kobane. A los kurdos nos gusta lo que ha dicho, pero necesitamos que diga lo mismo en Turquía, para garantizar nuestros derechos. Si crece la presión sobre Turquía, los ataques cesarán. Ankara es miembro de la OTAN y todo el mundo quiere la paz hoy en día. Creo que otros países pueden parar a Turquía, especialmente Estados Unidos, con sus bases en Kobane y en el Eufrates. Si quieren detener a Turquía, pueden hacerlo. De vuelta en casa de Jihan Bousan se ha vuelto a ir la luz. Culpa a Turquía de los atentados contra infraestructuras, pero asegura que seguirá luchando. Cumplo con mi deber tanto en casa como fuera de ella. Vamos a los puestos de control por la noche y llevamos armas para proteger a nuestra gente. Confían en que un día las únicas armas que conozcan sus hijos sean de juguete y que en la nueva Siria haya sitio también para los kurdos.