Speaker 1: Y vamos ahora con política alemana. Arrancó la campaña electoral en este país para los comisios generales adelantados que se celebrarán el 23 de febrero dentro de seis semanas. Varios partidos defendieron sus programas en congresos celebrados a lo ancho y amplio de la República Federal de Alemania durante este fin de semana. Friedrich Merz, el líder conservador de la Unión Democristiana al que las encuestas dan como próximo canciller, defendió en Hamburgo el llamado Programa 2030, un plan que busca modernizar Alemania, centrándose en la sostenibilidad, la digitalización y el fortalecimiento de la economía y el estado de bienestar. El todavía canciller Olaf Scholz prometió ante los delegados socialdemócratas rebajas fiscales para un 95% de la población y hoy aprobaron sus programas electorales el partido de reciente creación, la alianza Sarah Wagenknecht y también la que podría salir como segunda fuerza política de las próximas elecciones, la ultraderechista Alternativa para Alemania que por primera vez presenta una candidata a canciller. Conectamos ahora con Úrsula Moreno, aquí en Berlín, quien sigue todos estos congresos que son el pistoletazo de salida de una campaña muy breve. Úrsula, ¿qué destacarías de este arranque de campaña?

Speaker 2: Hola Silvia, pues destacaría la retórica agresiva, pese a que la mayoría de los partidos excepto los ultraderechistas de Alternativa para Alemania han firmado un pacto de respeto mutuo durante esta campaña electoral que, como tú decías, es breve. Precisamente, de Alternativa para Alemania y de su líder, Alice Weidel, me sorprendió ayer su radicalidad a la hora de anunciar que acabaría con todos los proyectos contra el cambio climático y arrancaría literalmente todos los molinos de viento que hay en este país. Hoy han aprobado un programa electoral en su congreso en Bonn que recoge el término de remigración, acuñado por neonazis, para aludir a la expulsión masiva de migrantes, un término que hasta ahora habían evitado utilizar. Y digo que me sorprende la radicalidad porque muchos pensaban que AFD moderaría su discurso a imagen de Giorgia Meloni en Italia para recoger también a esos votantes, potenciales votantes de centro, pero por el contrario se consolida como un partido radical, como un partido xenófobo y las encuestas ahora mismo le dan un 22% de la intención de voto. Todos los partidos prometen rebajas fiscales a la vez que acusan al otro de engañar a los votantes. Son solo seis semanas, como tú decías, pero a pesar de ser una campaña muy corta, es una campaña muy polarizada, Silvia.

Speaker 1: Muchísimas gracias, Úrsula Moreno, desde Berlín.