El impacto de la posverdad en la desinformación actual
Exploramos cómo la desinformación se ha integrado a la vida política y social, impulsada por redes, políticos y la falta de regulación efectiva.
File
DW Verifica Cómo las medias verdades, las mentiras y conspiraciones han llenado las redes sociales
Added on 01/27/2025
Speakers
add Add new speaker

Speaker 1: Los aviones nos fumigan, las élites quieren eliminar al hombre blanco, los huracanes y las inundaciones son creaciones artificiales, las vacunas causan autismo, el sida no existe. Antes estas teorías de la conspiración solo se leían en algunos rincones de internet. Ahora las podemos ver constantemente en redes sociales y muchos políticos las defienden sin tapujos. ¿Qué ha pasado en los últimos años para permitir esta transformación? Lo analizamos en DW Verifica. En redes sociales compiten por nuestra atención radicales que difunden contenido extremo, agitadores y activistas que tratan de convencernos de sus opiniones, partidos políticos que hacen propaganda continuamente, influencers que tratan de vendernos algo a toda costa, medios de comunicación que informan mejor o peor, cómicos que juegan a mezclar realidad y ficción, gente compartiendo simplemente su visión de las cosas y muchísimas cuentas automatizadas, los famosos bots, utilizadas para sacar beneficio económico o político, o ambos. Se mezclan cuentas anónimas con personas con nombre y apellido. Se mezcla quien se equivoca de manera honesta y quien tiene el objetivo claro de desinformar. Agarremos un ejemplo práctico. Una tormenta inunda numerosas localidades de Valencia, en el este de España. Las cuentas más radicales hablan de ataque artificial por parte de marruecos. Agitadores políticos apuntan a la demolición de represas. Los partidos políticos se echan la culpa mutuamente. Los medios de comunicación tratan de informar en un contexto de caos e incertidumbre. Ciudadanos de a pie difunden rumores. Y cuentas automatizadas se suman a conversaciones lanzando mensajes contradictorios. Muchos piensan que este salvaje oeste informacional es el triunfo de la libertad de expresión, pero hay que recordar dos cosas. No somos tan libres respecto a la información que consumimos y no compartimos conocimiento de manera tan racional. Respecto a lo primero,

Speaker 2: Los individuos consideramos que somos libres, nunca pensamos que hubiéramos sido tan libres en el pasado, que tenemos todo el conocimiento a la mano, tenemos todo el acceso a la información a la mano, pero al mismo tiempo nunca antes habíamos sido tan vigilados como lo somos en la actualidad. También por este uso de los datos, ahora con toda esta explosión, revolución de los datos masivos, pues realmente ya muchas de las páginas te piden si quieres suscribir o permites el uso de las cookies, que también a fin de cuentas son un recurso que tú les estás brindando y que puede ser ampliamente utilizado para generar productos y valor.

Speaker 1: En segundo lugar, según un estudio que escaneó el cerebro de radicales de extrema derecha al consumir desinformación, se observa que la zona que se activa del cerebro no es la de la toma de decisiones, sino la conocida como decognición social.

Speaker 3: Es decir, son zonas del cerebro que nos ayudan a navegar el entorno social y lo hacen con varias funciones, por ejemplo nos ayudan a intentar saber qué están pensando los demás o intentar dar respuestas que los demás pueden percibir como apropiadas, que me van a ayudar a señalizar al grupo que soy parte de ese grupo, porque me ayuda a calibrar bien mi comportamiento en acorde con el grupo.

Speaker 1: Ya en 2016 se puso de moda el término posverdad para hablar de una política más centrada en apelar a los sentimientos que a los hechos y desde entonces la situación no deja de empeorar. ¿Qué ha cambiado desde entonces? Por un lado, cada vez vivimos más tiempo en internet. El número de personas que utiliza la red ha aumentado en más de 2.000 millones en estos 8 años. El mundo digital es el principal lugar de socialización para cada vez más gente. Por ejemplo, quizá estoy en el parque junto a padres de otros niños, pero en vez de hablar con ellos estoy leyendo los mensajes de los canales de Telegram que sigo. Según los sociólogos, esto provoca que se rompan los lazos de conexión en el mundo real con personas que piensan diferente a nosotros, pues en internet triunfa el sentimiento de pertenencia a un grupo.

Speaker 2: Le voy a poner un ejemplo de una comunidad virtual, los terraplanistas, estas personas que piensan que la tierra es plana y que chocan con todas las formas de transporte marítimo, aéreo, comercio y que ahora por la pertenencia a estos grupos específicos se cierran al entendimiento de la perspectiva que ya era considerada precisamente como una facticidad concreta con la cual se movía la humanidad.

Speaker 3: En nuestras interacciones por redes sociales expresamos una identidad muy simple, es decir, somos profesor de universidad o somos un político de derechas o un político de izquierdas. Esto en la vida real no es así, en la vida real cuando compartimos vínculos con los demás que nos permiten expresar varias identidades, una puede ser madre, puede ser profesora, puede ser hincha de un equipo de fútbol, tenemos diversas identidades que nos permiten relacionarnos con los demás de manera rica y si yo a lo mejor no me identifico contigo de una manera me puedo identificar de otra manera.

Speaker 1: Por el mundo de la posverdad en el que vivimos también tenemos culpa nosotros, los medios de comunicación tradicionales, por errores que cometemos, la línea editorial de los distintos medios y muchas veces la falta de recursos para hacer un periodismo más a pie de calle.

Speaker 2: Creo que lo que está también pasando mucho es la proliferación y la multiplicación de muchas y múltiples agencias informativas pero también una escasez del trabajo riguroso de corresponsal o de periodismo fuerte y serio. Pues esto ha llevado a fin de cuentas una idea de lo que se ha conocido como el efecto ventrílocuo en lo que nada más se replican muchas veces muy pocas voces de lo que está pasando.

Speaker 1: A esto se le suma un cambio de política en algunas redes sociales hacia una mayor permisividad ante todo tipo de contenido. La adquisición de Twitter por parte de Elon Musk es la más evidente, pero no la única. Según el New York Times, YouTube redujo en 2023 su equipo para combatir la desinformación.

Speaker 2: De cierta forma la mentira en internet se ha estado trivializando y creo que esto no ha estado acompañado de ninguna capacidad de las personas para poder realmente delimitar qué información si es prudente de la cual no lo es.

Speaker 1: Mentira en internet sale barato o no cuesta nada. Muchos no ven la necesidad de pedir disculpas o incluso borrar la mentira que han difundido. Un ejemplo, Donald Trump republicó una supuesta fotografía de su contrincante en las elecciones, Kamala Harris, con el rapero acusado de abuso de menores Diddy Koms. Pero a pesar de que se demostró que la foto era un montaje, Trump ni siquiera se molestó en borrarla. Entonces, ¿qué podemos hacer contra la posverdad?

Speaker 2: Creo que algunas de las respuestas tendrían que estar de la mano de la capacidad de la educación que tengan los individuos para ser críticos de la información que están obteniendo en estas tecnologías.

Speaker 1: Si los ciudadanos conocen mejor los distintos tipos de cuentas e intereses que existen en la red, estarán más protegidos. Por ejemplo, podrán identificar situaciones como esta, donde las publicaciones de humoristas o páginas satíricas son retomadas por cuentas extremistas que las difunden tratándolas como serias y consiguiendo mucha repercusión. Más de medio millón de visualizaciones en este caso. Y además de la educación, está la regulación.

Speaker 3: Tendría que haber una legislación porque estamos hablando del ciudadano o la ciudadana contra toda una industria de mucho dinero que es una maquinaria de desinformación gigante. Es decir, estamos sin defensas delante de esto. Podemos ayudarnos mutuamente, pero necesitamos un marco legal.

Speaker 1: Pero este es un tema mucho más polémico, primero porque en la mayoría de países ya existe algún marco normativo contra la desinformación que, a vista de los resultados, no son suficientes. Por lo tanto, ¿hasta dónde deberían llegar? ¿Cómo diferenciar una noticia inexacta o errónea de una publicación falsa a propósito? ¿Quién debería decidir qué es desinformación? ¿Los propios usuarios al estilo de las Community Notes de X o las autoridades? Demasiadas preguntas que necesitan su propio capítulo de DW Verifica.

ai AI Insights
Summary

Generate a brief summary highlighting the main points of the transcript.

Generate
Title

Generate a concise and relevant title for the transcript based on the main themes and content discussed.

Generate
Keywords

Identify and highlight the key words or phrases most relevant to the content of the transcript.

Generate
Enter your query
Sentiments

Analyze the emotional tone of the transcript to determine whether the sentiment is positive, negative, or neutral.

Generate
Quizzes

Create interactive quizzes based on the content of the transcript to test comprehension or engage users.

Generate
{{ secondsToHumanTime(time) }}
Back
Forward
{{ Math.round(speed * 100) / 100 }}x
{{ secondsToHumanTime(duration) }}
close
New speaker
Add speaker
close
Edit speaker
Save changes
close
Share Transcript