Speaker 1: Los cárteles de la droga mexicano serán organizaciones terroristas. No le va a gustar a México, decía Donald Trump mientras firmaba el decreto frente a sus seguidores, apenas unas horas tras jurar como presidente de Estados Unidos. El listado de organizaciones terroristas es gestionada por el Departamento de Estado del país. Actualmente son casi 70 grupos y personas físicas, desde Hamas, Al-Qaeda, hasta las Farc en Colombia y Sendero Luminoso en Perú. Ahora también lo serán, por ejemplo, grupos criminales como el Tren de Aragua de Venezuela o la Mara Salvatrucha de El Salvador.
Speaker 2: Entre las órdenes que firmé hoy también se encuentra la designación de los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras.
Speaker 1: ¿Cuáles son las consecuencias para América Latina? Lo queremos analizar. Con el asesor del Centro Regional sobre Paz y Seguridad de la Friedrich-Ebert-Stiftung, el analista Mariano Aguirre, desde Madrid. Muchísimas gracias por acompañarnos. Mariano, me gustaría comenzar preguntándote ¿qué implica calificar un grupo criminal como grupo terrorista?
Speaker 3: Bueno, básicamente esto implica, en primer lugar, hay una cuestión, digamos, técnica, operativa, que es que ningún funcionario de gobierno del Estado de los Estados Unidos puede tener contacto con estos grupos. Esto quiere decir que, desde el punto de vista, por ejemplo, de negociaciones políticas, mediación, es imposible. Es lo que ocurre, por ejemplo, lo conocemos más prácticamente con la cuestión de Hamas. Estados Unidos ha estado negociando con el grupo Hamas la liberación de los renes israelíes en Gaza y lo ha hecho con el grupo Hamas. Lo ha hecho todo el tiempo a través del Estado de Qatar, sin hablar directamente, digamos, con los miembros de Hamas en la mesa de negociación. Esto implica también que Estados Unidos puede presionar a sus aliados, sea, por ejemplo, latinoamericanos o europeos, para que tampoco en ningún momento puedan acceder o tener negociaciones, incluyendo puede llegar a presionar a las mismas Naciones Unidas para que no lo haga. Por otro lado, hay que decir que también hay una perspectiva, vamos a decir, extrajudicial en este tema, en la medida que Estados Unidos, desde el 11 de septiembre del 2001, ha adoptado diversas políticas, desde detenciones extrajudiciales, capturas extrajudiciales, hasta detenciones extraterritoriales, en nombre, precisamente, de calificar a determinados grupos como terroristas.
Speaker 1: Me gustaría que andemos un poco en lo que significa en concreto estas facultades que podría tener el gobierno estadounidense. ¿Podría Estados Unidos, por ejemplo, vulnerar la soberanía del país vecino de México, realizar, por ejemplo, incursiones militares?
Speaker 3: Digamos que, respondiendo a tu pregunta en términos estrictos, ¿podría? Sí, podría. ¿Debería o tendría la facultad legal para hacerlo? No. O sea, el tema de la soberanía es un tema serio, de relación entre los estados, y para realizar una detención extraterritorial, Estados Unidos debería contar con la autorización, o inclusive el pedido de México para llevarlo a cabo. Volvemos al punto que señalé antes. Estados Unidos no tendría la facultad. Sin embargo, Estados Unidos, desde septiembre del 2001, ha realizado, antes había realizado invasiones o incursiones militares, ahora, en el tema estadounidense, estrictamente hablando de antiterrorismo, Estados Unidos podría llevar a cabo, podría realizar incursiones, incursiones, por ejemplo, en el territorio mexicano, que de hecho Trump, en su primera presidencia, y ahora durante la campaña electoral, ha vuelto a amenazar con eventualmente hacerlas. Algo que sería, desde el punto de vista del derecho internacional, altamente problemático.
Speaker 1: Y Mariano, me pregunto, en términos generales, ¿qué pasa con los procesos judiciales y las condenas? ¿En qué se podrían diferenciar de otros procesos?
Speaker 3: Bueno, fundamentalmente, Estados Unidos lo que conocemos, tengo que mencionar una vez más, todos los antecedentes desde septiembre 11 del 2001 en adelante, las detenciones extrajudiciales, los interrogatorios en diversos países en nombre de los Estados Unidos, o incluyendo el problema que todavía perdura, de detener gente, de forma extraterritorial en la base estadounidense de Guantánamo, en la isla de Cuba. Todo esto nos indica que Estados Unidos podría llevar a cabo, mucho más con un presidente que ya, digamos, desde el inicio y con los antecedentes que tenemos, no es muy amigo de respetar las normas legales. Podríamos tener unos Estados Unidos que realice detenciones, o que incluso lleve a cabo juicios con unas mínimas garantías legales, recordemos que en Guantánamo han sido juzgados, y otra mucha gente lleva más de 20 años no siendo juzgada, y sin embargo está detenida, sin que sean claros los cargos en contra de ellos. Esto también podría ocurrir eventualmente, por ejemplo con la detención de miembros de los grupos criminales, que acaba ahora de identificar como terroristas. Recordemos que al resumir a los terroristas esto causa un efecto, digamos, de relajación respecto de la ley, que no debería ocurrir, o sea, más allá de que alguien sea nominado terrorista, o presunto asesino, o presunto terrorista, deben respetarse determinadas normas legales, es lo que ocurre, es lo que se debe hacer en un estado democrático constitucional. Estados Unidos al sacarlos además de su territorio, estas acciones, de alguna manera se produce también ese relajamiento de las normas, con, con infracciones muy serias una vez más al derecho internacional.
Speaker 1: Hablemos del otro gran protagonista de esta historia que es México, que probablemente tiene el desafío más complejo de la región. Su presidenta Claudia Sheinbaum ha defendido con firmeza que la relación bilateral será de cooperación y nunca de subordinación. En cuanto al crimen organizado específicamente, ¿podemos esperar una colaboración entre ambos países? ¿Cómo lo ves tú? ¿Cómo prevés esas relaciones bilaterales? Bueno,
Speaker 3: curiosamente, bueno, colaboración ya existe, quiero decir, llevamos con momentos de más colaboración, menos colaboración, pero la colaboración en niveles de inteligencia, niveles policiales, incluso niveles militares, existe desde hace muchos años, según diversos, con diversos gobiernos, según en Estados Unidos o en México, ha sido mayor o menor, y es previsible que esa cooperación va a mantenerse. Por el otro lado, esa cooperación se puede ver alterada, alterada por otros factores. Quiero decir que si Trump vincula el tema de las tarifas arancelarias con mayor o menor cooperación por parte de México, si amenaza, incluso tan solo la amenaza a un país soberano y nacionalista como México, amenazarle con que va a entrar en su territorio y que va a realizar operaciones militares con fuerzas especiales de los Estados Unidos contra los grupos narcotraficantes, etc. Esto pone en peligro precisamente toda esa cooperación, que es una cooperación que tiene que ser precisamente no muy visible y que tiene que basarse precisamente en todas las técnicas, desde tecnología hasta técnicas de inteligencia que Estados Unidos tiene y que México ha ido manejando con mucha, con alta calidad en los últimos años. De hecho, la presidenta tiene una gran experiencia en este tema, en sus gestiones anteriores, en diversos cargos en el Estado mexicano. O sea que la cooperación va a seguir. Lo que puede pasar es que se viera afectada por temas precisamente de un exceso de intervencionismo por parte del presidente Trump.
Speaker 1: ¿Y cómo podría ser la relación con los demás países en la región? Veíamos que Trump anunciaba en el decreto, mencionaba directamente al Tren de Aragua proveniente de Venezuela, a la Mar de la Salvatrucha proveniente de El Salvador. ¿Cómo se podría generar la relación con los demás países? Bueno,
Speaker 3: tanto México, México está en primera línea, como los otros países centroamericanos, o el caso Venezuela es un caso especial. Tendríamos que verlo parte por parte. Pero digamos que aquí hay mezcladas varias cosas. Por una parte está con Latinoamérica y especialmente con México y Centroamérica, está el tema migratorio. Trump quiere frenar la migración y quiere expulsar, quiere hacer una deportación masiva, la cifra es más o menos de 11 millones de latinoamericanos indocumentados o llamados ilegales, el término más correcto es han entrado y están indocumentados en los Estados Unidos. De esos 11 millones, alrededor de 7.8 millones son de origen latinoamericano. Y de esos 7.8, alrededor de medio millón son mexicanos. Ese es un primer tema. El segundo tema es la cuestión del crimen organizado, que tú antes me has preguntado y hemos mencionado. La tercera cuestión son las tarifas arancelarias. Quiero decir, México y Centroamérica han recibido en los últimos prácticamente, digamos, 20 a 30 años, han recibido una masiva entrada de empresas estadounidenses que se han instalado en México y en países centroamericanos y donde producen todo tipo de bienes que luego vuelven a entrar en el mercado estadounidense. Las empresas pagan precios más bajos por la mano de obra centroamericana o mexicana, venden en Estados Unidos o en el mundo a precios como si hubieran pagado el alto precio de la mano de obra estadounidense. Este negocio, Trump de alguna manera, aunque él dice defender los intereses de Estados Unidos, pues lo está atacando en la medida que lo que no quiere es que estas empresas estadounidenses operen en estos países. Quiere que vuelvan a los Estados Unidos. Y para que vuelvan a los Estados Unidos, lo que hace es presionar poniendo unas tarifas arancelarias muy altas, las más altas a China, pero luego le sigue precisamente a México, de tal manera que cuando Estados Unidos importe productos desde jeans, pantalones vaqueros, camisas o productos más elaborados, etc., se va a encontrar con que precisamente el comprador, la demanda, quien compre en los Estados Unidos estos productos, va a pagar más por ellos. O sea que va a generar más inflación. O sea que es un tema, en última instancia, es un tema económico, es un tema político, es un tema demográfico y es un tema cultural y racista también. ¿Cómo va a impactar en los países? Pues de muchas maneras puede impactar si realmente se produce la deportación o de parte incluso de estos 7,8 latinoamericanos, va a afectar profundamente a las remesas. En la medida en que calculemos, por ejemplo, México, se calcula que por año las familias mexicanas que viven en los Estados Unidos mandan alrededor de las cifras impresionantes 60.000 millones de dólares al año en remesas a México. Esto quiere decir alrededor del 4.2% del Producto Nacional Bruto de México. Mandan alrededor del 2,4% del Producto Nacional Bruto de Salud. Casi el 3% del Producto Nacional Bruto de Nicaragua. Esto quiere decir que si esta gente no sigue mandando dinero, esto va a impactar mucho en las economías latinoamericanas. Y si además mandan de vuelta a esta gente, estos países, precisamente esta gente, se ha ido por falta de opciones en sus países y tienen que volver. Estos países se van a ver muy afectados en tener que darles un sitio precisamente a ellos. O sea que es una problemática muy compleja. Muy compleja con muchos factores.
Speaker 1: Completamente. Son muchos factores. Me gustaría que ahondemos en lo que ya adelantabas, el tema migratorio. Porque Trump también declaró emergencia nacional en la frontera con México. La soberanía de Estados Unidos está bajo asedio, dijo el mandatario. Es decir, defensa debe brindar apoyo logístico y de recursos para resguardar la zona e impedir lo que dicen la entrada de indocumentados. La norma autoriza al gobierno reanudar la construcción del polémico muro fronterizo frenado durante el gobierno de Joe Biden. Trump también restableció el controvertido Quédate en México, que afectó a 75.000 migrantes, obligándolos a esperar en territorio mexicano mientras sus casos avanzaban en las cortes. La norma instruye a las autoridades a devolver a los migrantes al territorio por donde llegaron, lo que podría generar nuevas tensiones con el gobierno mexicano de Claudia Sheinbaum, como ya lo mencionaba. Biden había suspendido esta medida, de hecho, en 2022. También se suspende la llegada de nuevos solicitantes de asilo. Esto deja en el aire, por ejemplo, a 30.000 personas que tenían citas agendadas en las próximas tres semanas. Escuchemos algunos de esos testimonios, Mariano, y seguimos con la conversación.
Speaker 4: ¿Qué solución nos va a tener el gobierno a los migrantes?
Speaker 5: Me viene y me pregunta qué va a pasar, qué respuesta le doy yo a mis niños. No tengo ninguna respuesta, porque no sé qué va a pasar con nosotros en la calle. Más seguridad, ¿cierto?
Speaker 6: Y, pues, también estar con la familia y darle un futuro mejor a mis hijos. Que estudien, por ejemplo, porque en mi país es bien difícil el estudio. Y, pues, más lo hago por mis hijos, que estén un futuro mejor.
Speaker 7: Una de las tristezas más grandes que ha tenido mi vida, porque... Primero, porque he sufrido mucho. Y, después, que intento ir el tesoro que estoy pisando.
Speaker 8: Los buenos somos más. No todas las personas vamos a hacer daño. Algunas personas vamos para ayudar a nuestros familiares y a tener una mejor calidad de vida, que ya que en nuestros países no la tenemos.
Speaker 9: Anímicamente, yo estoy aquí y no me cago en un nudo. No sé si llorar, reírme, tengo nervios. No sé, no sé de verdad qué vaya a pasar con nosotros.
Speaker 10: Mi esposo, él a veces trabajaba. Esta semana quedó sin trabajo. Y, entonces, ¿a qué vamos a estar aquí? Pasando necesidades. Entonces, yo digo, es mejor ya. Vamos con la manera de irnos para nuestro país.
Speaker 1: Lo escuchábamos, Mariano. La desesperación y la angustia se hacen sentir entre los migrantes. ¿Cómo lo ves tú? Ya lo adelantabas recién, pero en concreto. ¿Cuál es el escenario al que se enfrentarán los migrantes en la frontera mexicana esperando ingresar a Estados Unidos?
Speaker 3: Bueno, aquí tenemos que remontarnos una vez más a lo que ha pasado en la primera presidencia de Trump y, en parte, lo que ha pasado luego, pese a unos intentos muy positivos en el principio de mejorar la situación por parte del presidente Biden, pero en el último año y medio, prácticamente, la administración Biden lo que hizo fue volver a algunas de las prácticas que incluso había derogado durante la época de Trump. Quiero decir, fueron mencionadas antes por ustedes en el reportaje, en el sentido de presionar a los indígenas, presionar a los inmigrantes en el sentido de no dejarlos pasar a que permanezcan en México hasta que se les autoriza o no a ingresar en los Estados Unidos. Esto los ha dejado y los deja a los inmigrantes en una situación en las ciudades costeras con la frontera, las ciudades que limitan con la frontera de los Estados Unidos en México, los deja en una situación de altísima vulnerabilidad frente a grupos criminales, a un Estado mexicano que no termina de darles protección. Por lo tanto, los indígenas han sido ayudados todo lo mejor que se puede por parte de organizaciones no gubernamentales o por las iglesias. En segundo lugar, esta gente, en los casos en que piden asilo político, por ejemplo, gente que sale de situaciones muy graves como es por ejemplo Haití o por persecuciones políticas en El Salvador o Nicaragua, se encuentra también con que ahora, como antes ustedes mismos dijeron, por cuatro meses inicialmente, la administración de los Estados Unidos para cualquier tipo de requerimiento de solicitud de asilo político. Por otro lado, a esto se suma una cuestión muy, muy grave que durante la primera presidencia la vimos, que fue separar, por ejemplo, adultos de niños y separar hijos de padres o abuelos de nietos, una política claramente de castigo en los cuales los menores fueron recluidos en centros para menores con discapacidad. Con unos grados de desprotección y también de vulnerabilidad muy alta. Y hay casos todavía en los Estados Unidos de gente que no ha logrado volver a reencontrarse con los menores que perdieron en estas divisiones familiares totalmente inútiles y totalmente de grandes violaciones de los derechos humanos. O sea, la situación de los inmigrantes va a ser muy grave. Me gustaría añadir aquí un punto y es que el reportaje que ustedes acaban de mostrar, si bien breve, es muy expresivo, para la gente de Latinoamérica. La gente de Latinoamérica vive, la percepción que tiene, aunque hablan de irse a otro país, es que el conjunto de América es como un sistema. Es un sistema de un territorio común. Sí, hay leyes, hay fronteras, hay soberanías, pero consideran que si no pueden vivir, literalmente vivir allá a unos niveles de subsistencia, pues se mueven, salen. No les importa si hay por medio, muros o hay policías o hay los coyotes que los explotan, los grupos mafiosos que los explotan en el camino. Su idea es salir y también tiene un sentido, en cierta forma, en la medida que la población latina en los Estados Unidos tiene ya un peso demográfico inmenso. Está a punto de superar o ya casi supera lo que es la población negra de color y al mismo tiempo la afroamericana y al mismo tiempo hay estados, como sabemos, en los Estados Unidos o ciudades como Nueva York, que son ciudades totalmente bilingües o estados que son prácticamente biculturales o binacionales, podríamos llamarles, o multinacionales. Por lo tanto, este sistema es el que... El fenómeno Trump es un fenómeno racista y es un fenómeno de resistencia con muchas aristas, incluyendo la arista de que la población latina va a sustituir a la población blanca, que es totalmente una ficción racista, pero de alguna forma es un problema que en la medida que Estados Unidos ha retrasado durante décadas y no ha llegado a hacerlo, se esperaba que Biden lo hiciera, una reforma del sistema migratorio de fondo, muy de fondo, es un sistema político, económico, que sigue funcionando de una manera, si vale la redundancia, absolutamente disfuncional y que impacta terriblemente sobre las personas.
Speaker 1: Y en materia específicamente migratoria, ¿cómo podría reaccionar el gobierno de Claudia Sheinbaum en México? ¿Qué medidas podría implementar el país vecino?
Speaker 3: Bueno, el problema que tiene Sheinbaum, que tienen todos los gobiernos de México y que tiene la presidenta Sheinbaum, es que tiene... O sea, Estados Unidos es un vecino poderoso y es un vecino que tiene llaves, digamos, tiene la llave de dejar entrar o no entrar, y ahora le añade la llave de expulsar. Pero al mismo tiempo, la presidenta Sheinbaum tiene también sus llaves, tiene una población mexicana y un, podríamos decir, casi un lobby de presión mexicano dentro de los Estados Unidos, tiene al mismo tiempo las empresas de los Estados Unidos en su territorio, tiene la posibilidad también, el comercio con los Estados Unidos es muy grande en las dos direcciones, tiene las posibilidades, si Estados Unidos le pone, si Estados Unidos vincula, si Estados Unidos vincula la cuestión de los inmigrantes con la cuestión de elevar las tarifas arancelarias, o usted me ayuda a frenar la migración o yo le elevo las tarifas arancelarias, ella también tiene la posibilidad de responder de la misma manera. Y luego tiene otras armas que no tiene por qué mencionarlas siendo presidenta de un Estado democrático como es México, pese a los problemas que tenga, que puede ser el decir, como antes lo mencionábamos, si usted me presiona por un lado, yo le presiono por otro, ¿cuál es la presión por el otro? Pues no colaboro, por ejemplo, con ustedes en el tema del crimen organizado. Y si no colaboro, quiere decir que el crimen organizado va a seguir metiendo fentanil y otras drogas terribles dentro de los Estados Unidos y es su problema que usted tiene esa demanda social en los Estados Unidos. Por lo tanto, es una relación, si se quiere desigual, Estados Unidos es más poderoso, México es más débil porque tiene su propia presión democrática, presión demográfica de gente que quiere irse del país, más todos los que vienen desde el sur, que pasan por México. Pero México no es un país pequeño, México es un Estado fuerte en cierta forma y tiene posibilidades también de llegar a presionar a Estados Unidos para encontrar una negociación. Trump se siente muy fuerte en lo que es negociando, tengo la impresión que la presidenta Sheinbaum y su equipo también se sienten fuertes para de alguna manera aguantar eso.
Speaker 1: Y más allá de México, me gustaría que hablemos de las alianzas de Trump con otros países de la región, por ejemplo, Javier Millet en Argentina, Jair Bolsonaro en Brasil, Nayib Bukele en El Salvador, incluso anoche llamó la atención la presencia de Daniel Novoa, el presidente de Ecuador, en la investidura de Donald Trump. Brevemente, si es que se puede, ¿cómo, si podemos hacer un pincelazo de las alianzas de Trump con el resto de los países en la región y qué significa para América Latina el regreso de Donald Trump?
Speaker 3: Bueno, básicamente Trump se plantea en este momento que él es el líder, así como en otras épocas Estados Unidos se planteaba que era, incluso hasta Biden, que era un país líder en el sistema democrático global, más allá de que haya muchas críticas a esto o de que podamos ponerlo incluso en duda, pero ha pasado, si quieres, 24 horas ha pasado de ser el país líder de la democracia al país líder del autoritarismo, de un nuevo tipo de autoritarismo, la cual no es un autoritarismo de golpes de Estado, sino que es un autoritarismo en el cual se llega al poder, los autoritarios llegan al poder mediante la vía electoral, creando una base social fuerte. Esto genera todo un cambio que es muy largo de explicar y de hablar en este momento, pero al mismo tiempo, Trump lo que hace al plantearse como líder, como líder global de la ultraderecha y del hiperconservadurismo, un conservadismo racista, antifeminista, antiecologista, incluso globalización, muy cerrado en un nacionalismo chauvinista, lo que hace en Latinoamérica en concreto es aliarse con aquellos gobiernos que ya han tomado ejemplo de él y que con características nacionales, Bukele en El Salvador, Milley en Argentina, Bolsonaro tratando de volver al poder en Brasil, Novoa, que yo creo que esto ha sido un espaldarazo de Trump para tratar de orientarlos y todavía tiene dudas más en la dirección de que su próxima presidencia, si llega a presidente, sea autoritario, y otros que estarán por ahí tratando de surgir, Katz en Chile y otros. Ahora es un fenómeno básicamente de conservadurismo antidemocrático, antisistema multilateral antinaciones unidas y como dije antes es agenda antiliberal en general, antifeminista, anticambio climático, en el sentido de que no se cree, son negacionistas, incluso anti-ciencia, podríamos decir. Y es un fenómeno muy grave, es un fenómeno muy serio y que como tiene adhesión social y adhesión popular necesita por parte de las fuerzas democráticas, académicas, periodísticas, sociales y políticas revisar profundamente qué es la democracia y cómo sostenerla y cómo defenderla.
Speaker 1: Y Mariano, ya para ir terminando, ya no se puede hablar de Donald Trump sin mencionar a Elon Musk, que también ha mostrado un cierto interés por América Latina. ¿En qué traduces ese interés? ¿Cómo se percibe y qué lectura se puede hacer al respecto?
Speaker 3: Bueno, la presencia de los cinco grandes, Musk, Zuckerberg y otros, precisamente en las últimas semanas, donando dinero para la ceremonia inaugural de Trump, ayer estando presentes en grupo, nunca habían estado ante ese grupo excepto cuando les llamó el Congreso para testimoniar sobre prácticas antimonopólicas, es muy significativo. Toda esta gente, Zuckerberg, Musk, estos grandes de Silicon Valley, tienen una ideología fundamentalmente, vamos a llamarle, es un universalismo libertario. Quiero decir, es que no haya reglas para sintetizarlo. No quieren las reglas de la Unión Europea, no quieren las reglas que le impuso a Brasil recientemente a Musk, que le obligó, le cerró el ex Twitter, se lo cerró durante algunas semanas, no le prohibió operar en Brasil hasta que aceptó, aunque dijo que había ganado, pero no, perdió, frente al Estado brasileño, en que no podía seguir transmitiendo mensajes de odio contra el gobierno brasileño. Pero ellos lo que quieren es que no haya regulaciones y en este sentido cuentan con Trump, son una de las piezas del trumpismo. O sea, están los Make America Great Again, están los anti-inmigración, están los racistas puros, están las milicias de la ultraderecha armada en Estados Unidos, y estos son fundamentalmente los grandes empresarios de la era digital, de la era de la comunicación, de la era de la comunicación digital, que tienen millones de millones de datos nuestros que usan cada día, y que lo que quieren es que Trump les ayude, así lo han dicho claramente, a derogar todas las regulaciones en Europa o regulaciones que puedan surgir en Latinoamérica por parte de países, por ejemplo, como Brasil, y poder operar sin ningún tipo de competencia. ¿Quién es la competencia? Bueno, pues por ejemplo, en el caso de Brasil, el presidente Lula da Silva decidió, hace muy poco, darle el contrato para gestionar las grandes comunicaciones digitales de Brasil a una empresa de China, a SpaceSail, en contra de la empresa de Musk, que es Starlink. Musk, por su personalidad y tanto como por sus intereses empresariales, espera, por ejemplo, que esto pueda ser revertido por el presidente Trump. Es una mezcla de negocio, de ideología y, digamos, también, no menos, de un fuerte narcisismo personal de estos personajes.
Speaker 1: Mariano Aguirre, asesor del Centro Regional sobre Paz y Seguridad de la Friedrich-Ebert-Stiftung desde Madrid, muchísimas gracias, muy interesante tu análisis. Te agradezco la entrevista. Hasta una próxima vez.
Speaker 3: Muchas gracias.
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